Una puerta no es por sí sola un elemento de seguridad, sino que la misma se convierte en uno una vez que se agregan otros elementos, como las bisagras, las cerraduras y otros, es por ello que adquirir una puerta no es tan sencillo, hay muchos criterios a tomar en consideración.

Lo primero es que hay que saber cuál es la función que va a realizar la puerta; es decir, si se trata de una puerta principal o de una puerta del interior, y en base a eso se pueden saber cuáles son los elementos de seguridad necesarios para agregarlos.

 

Lo más importante es la cerradura

Cuando se trata de una puerta de acceso principal, la puerta no debería ser sencilla, sino que debería ser una puerta bien realizada de materiales resistentes, de preferencia las conocidas como puertas blindadas, las cuales además tengan un sistema de cierre de varios puntos, un ejemplo muy bueno del tipo de cerradura que puede ser adecuado son las de tipo Mul-T-Lock.

Además puedes incluir unas buenas bisagras, como las invisibles, que no pueden ser vistas desde afuera y por ello no se pueden desmontar, otro elementos de seguridad o accesorio muy importante para una puerta es una mirilla, la cual puede ser tradicional, pero para mayor seguridad, las modernas, que son electrónicas son las más recomendadas.

También se pueden colocar escudos protectores para evitar métodos de robo como el bumping o el taladrado, así como también la incorporación de sensores de detección anticipada que avisan cuando alguien está cerca de tu puerta y cuando intentan vulnerarla.