Aprendiendo a reconocer una cerradura de seguridad

En el momento que decidimos elegir cerraduras de seguridad, tomamos en cuenta elementos como la calidad, el precio y por supuesto la marca; pero considerar estas variables no siempre produce satisfacción cuando adquirimos el producto.

Ahora bien, nadie conoce mejor las partes de una cerradura que un profesional de la cerrajería, por lo que una decisión salomónica sería preguntar a estos expertos sobre cuál es el mejor modelo de cerradura y porqué.

Hace falta anticipar que las mejores cerraduras guardan ciertos rasgos, y que cada dispositivo de seguridad cuenta con ciertas especificaciones de protección que es necesario conocer antes de comprarlas y evitarnos desengaños.

No necesariamente las cerraduras tienen todos los rasgos que mencionaremos a continuación, pues las cerraduras perfectas no existen, pero al menos si debe perseguirse el ideal que nos provea la protección que requerimos.

  1. Complejidad del bombín

En el momento que evaluamos la complejidad del bombín, debemos tener en cuenta un ejemplar que resulte complicado de vulnerar por los malhechores. No es una tarea sencilla, pero es interesante saber que trataremos de anticiparnos a los movimientos de los ladrones.

Básicamente el bombín es el elemento principal de una cerradura, en cuanto a cerraduras mecánicas nos referimos, pero en caso de que tengas cerraduras electrónicas o inteligentes, el cilindro de la cerradura no será una preocupación.

  1. Material de la cerradura

La mayoría de las cerraduras están fabricadas en metal, pero las mejores se encuentran elaboradas en metales reforzados u otros materiales que impidan que el ladrón pueda usar la fuerza bruta para vulnerarlas.

La proporción de metal en las cerraduras es una variable que no pueden ignorar los fabricantes de herrajes, sobre todo porque lo que es de uso constante tiende a desgastarse con el uso, y las cerraduras no son una excepción.

No es difícil distinguir el contenido metálico de una cerradura; simplemente se tantea la densidad del herraje en la mano y sabremos si se trata de un artefacto de calidad. Una cerradura poco densa es sinónimo de calidad escasa.

  1. Fortaleza del perno

Las cerraduras que no tengan contenido metálico no se precian de ser cerraduras, pero si la cerradura no tiene un perno lo suficientemente fuerte, es hora de que te preocupes por el dispositivo de seguridad que has comprado.

Las cerraduras de puertas blindadas y acorazadas poseen pernos de acero endurecido, que son capaces de resistir los golpes más violentos, tales como patadas, arietes, mazas y contrapesos de cualquier naturaleza.

Un perno fuerte también resiste los ataques por medio de herramientas, y así como el perno, el resto de los componentes debe estar elaborado en materiales resistentes, para evitar que los ladrones más obstinados intenten quebrantar el cuerpo de la cerradura.

  1. Protección contra perforaciones

Un cerrajero profesional perfora cerraduras porque no le queda más remedio en ocasiones, en parte porque es su trabajo. Pero un ladrón inescrupuloso perfora cerraduras pues considera que es más fácil y rápido llegar a las pertenencias ajenas.

Pocas personas saben esto pero, tanto los tornillos de fijación como la línea de corte en las cerraduras, cuando se instalan correctamente, pueden llegar a frustrar una enorme cantidad de robos, sin mencionar la utilidad de las placas anti-taladro, que protegen a las lineas de corte.